HISTORIA

En Sopeña (Valle de Cabuérniga, Cantabria) es donde se elabora el queso artesano Gomber. Siempre bajo un riguroso control de calidad, se produce este queso con leche de vaca, oveja, cabra o mezcla y con una maduración en cueva de entre dos y diez meses.

El último de los queseros de Cabuérniga elabora un queso no prensado con un sabor muy especial. Un queso distinto de cualquier otro, con el toque particular que le da el Penicilum Candidum en su proceso de maduración. 

La historia del queso Gomber comienza a principios del siglo XX de la mano de Concepcion Llano quien elaboraba queso para consumo propio y el excedente se vendía en los mercados de la zona o se canjeba por otros productos de los que carecía.

Gomber conserva los secretos y las tradiciones del buen hacer del queso, que se han transmitido de generación en generación hasta nuestro días.

En 1990, debido a la normativa vigente de sanidad, Gabriel, biznieto de Concepción, decide construir una quesería que cumpla con dicha normativa. La denominación "Gomber" proviene de las iniciales Gómez Berges, los apellidos de Gabriel.

Desde entonces la marca no ha dejado de crecer en tamaño y calidad. Los premios nacionales e internacionales que ha obtenido en su corta historia son el reflejo más fiel de este crecimiento. Una historia que no ha hecho más que comenzar.

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